Hoy estaré frente a frente con el pasado.

Por: Lic. Danny Raf. Ureña F.
¿Estaré perdiendo la sensibilidad?

Joba Arriba, Distrito Municipal. La pregunta que me hago, no es autoreferente, ni menos egocentrismo como se me señaló que eran mis escritos, es la constatación de un hecho vivido el viernes pasado (10 de septiembre), en la cual estuve frente a frente con las situaciones de mi lugar de residencia, Joba Arriba, esas que la vida nos esconde tras la publicidad, las políticas sociales, y cuanto anuncio hay sobre nuestros placeres y derechos frente a una nueva condición de vida y frente a una verdadera gobernabilidad.

Pero del mismo modo, como puedo darme cuenta que he perdido la sensibilidad frente a la vida y sus signos, puedo percatarme, que las situaciones no desaparecen por no hacer referencia de ellas. Hay que enfrentarla. La marginalidad y la pobreza, me dan la impresión que no sólo requieren de palabras y enunciados, del mismo modo, requieren de acciones y algunos hechos más concretos de nuestra parte, que nos comprometan y permitan al mismo tiempo, ayudar, eso sí, sin condición ni miramientos, sino que, de manera altruista, pero sobre todo, permanente.

Del mismo modo, como soy capaz de enunciar esto a través de este escrito, debo reconocer, que no fui capaz de revelarme a lo que estaba viendo, que si bien fui respetuoso de las acciones y de las situaciones de que hemos vivido en el pasado, mi silencio, el tuyo y nuestras discreciones, fueron en parte, la reafirmación del olvido y de la cercanía con hechos de la marginalidad en que se encuentra nuestro Distrito municipal, y del mismo modo como los reconozco y los trato de justificar, los evado y no me hago cargo de mi complacencia frente al padecimiento de muchos compueblanos, que no tienen más horizonte, que esperar que una mano amiga le extienda sus manos.

Cada vez que repaso las estaciones de la vida, por las cuales he transitado y me ha tocado bajar para dar de alguna vuelta, me doy cuenta, que los problemas que entendí como los míos, esos que parecían derrumbarme y agobiarme, no son nada, al lado de la postergación y la exclusión afectiva, que padecen cientos de personas en este país.

Quiero decirle a mis critico, sobre todo a un gran amigo que me enfrento anónimamente No soy, ni pretendo ser, el verdugo ni evasor de malas acciones, la sola idea de pensarlo, me aterra. Al Cesar lo que es del Cesar y nada a trabajar y realizar buenas acciones, para que no pase como paso con NERON.