Joba.do

A pesar de que estamos ante el cincuentenario de uno de los crímenes políticos más horrendos del siglo XX, el panorama para conmemorar este acontecimiento seenrarece y es enturbiado por los renovados cuadros trujillistas que impunes y en- valentonados no ocultan su verguenza.

Contemplamos una campaña mediática con fuerza favorable al sátrapa. Se alaban sus logros económicos, pero se ocultan sus peo- res crímenes y lacras. Se elogia el "orden" que prevalecía, pero se ocultan las centenares de tumbas sin cruces.

Su nieto-hijo de un tor- turador y asesino se atreve a proclamar a viva voz que su abuelo pagó la deuda externa, pero obvia decir que acumuló una fortuna de casi mil millones de dólares, sa queando al pueblo dominicano durante 30 años.En este triste aniversario, el postrujillismo está en auge. Está en sus aguas. Repiten como papagayos lo que decían a viva voz en 1960 y 1961, a pesar de que en mayo de ese último a o había sido ajusticiado.

Quieren que veamos al chacal como un personaje light. Como algo de "nuestro pasado". Que no se puede borrar. Que dejemos eso tranquilo, que es algo por lo que debimos pasar. Se nos quiere meter la enema de que aquellos que se mantienen vigilantes ante tanto bochorno trujillista, son desfasados. Hay un verdadero chantaje.

Este 25 de noviembre se deben promover misas y oraciones por las mariposas en todos los templos de la nación. En las aulas del país en todos los niveles académicos, debiera hacerse un minuto de silencio a las diez de la mañana, en memoria y reconocimiento imperecedero, por PATRIA, MINERVA Y MARÍA TERESA MIR