Hay una cosa más poderosa que todos los ejércitos del mundo, una idea cuya hora ha llegado. Recuerden que el obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
Estoy convencido que Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede hacer, lo que vale de verdad, no vale la pena nada en la vida. Por eso debemos forjar nuevas ilusiones y que estas sucedan a la antigua y será tal vez nuestra suerte encontrarnos con un cambio de líder sin destruir los liderazgos.
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