
Es evidente como la pasión política ciñe los ojos de los fanáticos, así como también nubla los ideales. Habrá muchos comentarios a favor y en contra, estos últimos no sabremos quién lo hace. Como este en el blog ALMOMENTO.NET: “EL PLD, GANO AL TENER COMO CONTENDOR A UN MUERTO CON 20 VELAS, HIPOLITO MEJIA. MIGUEL VARGAS Y EL COMITE POLITICVO, PUEDEN CAMBIAR ESE DESTINO PERDEDOR”. ¿Quién podría ser? Un Peledeista que pesca en mal revuelto o un Miguelista que sangra por la herida. Lo cierto es que no lo sé.
Pero es evidente que el pueblo eligió a Papa. En una contienda donde el 80 % de la juventud tiende a tener preferencia por Papa; así como en un momento por a Leonel.
Otro punto de estudio es si en verdad votaron personas que en su momento tenia simpatía por la figura de Leonel. Como podemos determinar si esa persona no está en la disposición de votar esta vez por una opción fresca que podría estar representada en el PRD independientemente si es Hipólito o Miguel.
Qué triste es saber que no existe una alternativa política a nivel nacional, donde impere el bien común no el personal, donde los verdaderos prohombres con inteligencia y honestidad tiendan fácilmente a llevarse el beneplácito de millones de votantes hartos de la criminalidad, del deportismo, del engaño, de discursos bonitos peros sin el néctar que favorezca a los pobres de este País, que conlleva la etapa que enrumbe nuestro país por senderos sólido. El gran problema de estos momentos de disolución es que ante estos destrozos, otros de distinto signo político se han apuntado al tren del aprovechamiento explotando la picaresca en busca de beneficios propios. Así estamos con estas sensaciones de indefensión, miremos a quien miremos. Triste pero no resignados.
Hay que seguir denunciando estas tropelías y si nos indignamos, a ver si es verdad que la indolencia hace mucho daño, mejor. En las urnas nos vemos con estos facinerosos. Olvidemos el pasado que ha marcado el Perredismo fraccionado en el pasado por intereses sectoriales. Y a votar por nuestro bien común.
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